"Resistiremos la remilitarización de Puerto Rico como lo hemos hecho históricamente"
Denunciamos y rechazamos los intentos del gobierno colonial de Estados Unidos de imponer la remilitarización de Puerto Rico, en especial cuando nuestro país ha luchado y rechazado rotundamente la presencia militar con una voluntad colectiva extraordinaria.
Nuestro archipiélago conoce de primera mano los legados perversos y estériles de la militarización; hemos vivido en carne propia la violencia, el despojo, la destrucción ambiental y la represión que acompañan la presencia militar en nuestro país: desde la ocupación de Vieques y Culebra hasta el uso de Puerto Rico como laboratorio de guerra y enclave estratégico.
La remilitarización que hoy se intenta imponer no responde a nuestras necesidades como pueblo, sino a los intereses de control, agresión y dominación imperialista. Lejos de garantizar la seguridad pública, la militarización es violencia, contaminación, empobrecimiento, desplazamiento, enfermedad y riesgo para nuestras vidas y bienestar. Esta imposición imperial erosiona libertades civiles y limita el ejercicio de derechos humanos fundamentales. La memoria histórica nos comprueba que los pueblos militarizados son pueblos a los que se les silencia y reprime.
En un contexto de crisis social, económica y política profunda como la que vive Puerto Rico, el despliegue de recursos militares persigue una seguridad condicionada al control y vigilancia que busca obediencia o propina castigo. Buscan sustituir la construcción de otra seguridad pública que defienda el buen vivir de todas las personas que habitamos este archipiélago por el uso de la represión y la fuerza. Esa política profundiza la condición colonial de Puerto Rico y amenaza directamente a quienes luchamos por los derechos humanos, la justicia social y la autodeterminación.
Desde Kilómetro 0 afirmamos que la verdadera seguridad se construye con más democracia, más participación, rendición de cuentas, justicia y equidad. La seguridad de nuestro pueblo no se consigue con soldados ni con armas, sino poniendo la vida por delante: con educación, salud, vivienda, trabajo digno y respeto pleno a los derechos humanos.
Resistiremos la remilitarización de Puerto Rico como lo hemos hecho históricamente y nos solidarizamos con las comunidades que han luchado en contra de esta violencia aquí y en el mundo. Rechazamos e instamos al País a hacer lo propio contra cualquier intento de convertir nuevamente a nuestras islas en una base militar de un imperio autoritario, guerrerista, moral y políticamente venido a menos ante el mundo entero.