"¿Qué esperanza de cambio podemos tener cuando los violadores de nuestros derechos civiles fueron promovidos en la Policía?"  

A cinco años de llegar al acuerdo y cerca de siete años de que el Departamento de Justicia de EU presentara el informe sobre la investigación a la Policía de Puerto Rico sobre prácticas de violaciones de derechos civiles, las comunidades de Peñuelas podemos testificar que ese patrón continúa y hemos sido víctimas de la Policía de Puerto Rico.

Entre las violaciones de derechos civiles que ha incurrido la policía en nuestra comunidad están las siguientes:

·         Uso de fuerza excesiva– varios policías incurrieron en agresiones físicas a compañeros y compañeras durante las manifestaciones desde el 2015

·         Querellas no atendidas ni procesadas – al momento de presentar querellas, los agentes no querían atenderlas, ni tomaban notas y las mismas no fueron procesadas

·         Privación a la libertad de movimiento

·         Restricción al disfrute de la propiedad privada, entiéndase a la entrada y salida de nuestros hogares

·         Restricción a la libertad de expresión

·         Ausencia de identificación de la policía

·         Serios problemas de comunicación con la comunidad

·         Trato discriminatorio en cuanto a la protección de las leyes – la policía escoltaba a los camioneros y permitían que estos violaran la ley, mientras que perseguían y encausaban a los ciudadanos que buscábamos defender nuestras vidas

·         Varios arrestos selectivos sin razón justificadas – al punto de arrestar a un caballero de edad avanzada que transitaba por la carretera número 2 en dirección de Ponce a Peñuelas, a la altura del Sector El Tuque en Ponce, justo en el momento en que pasaban los camiones de cenizas por esa área. Policías que escoltaban los camiones le ordenaron moverse al paseo para dar paso a los camiones y le amenazaron con arrestarlo. El caballero tuvo que ser llevado a una institución hospitalaria para recibir atención médica, donde fue custodiado por agentes de la policía sin razón justificada.

·         Uso de gases lacrimógenos contra la comunidad del Bo. Tallaboa Encarnación. Solicito me permitan unos minutos para narrarles una de las experiencias más impactantes que vivió nuestro barrio.

La mañana del 3 de agosto de 2017 entre las 8:00 y 8:30 de la mañana, minutos después de haber llegado a mi trabajo, recibo la llamada de mi hija, quien estaba en el Bo. Tallaboa Encarnación. Mi hija no podía hablar, llamo solo para dejar la línea telefónica abierta y que yo pudiera escuchar lo que estaba pasando. Escuchaba gritos, personas desesperadas, como corriendo y disparos. Ante la impotencia y sin saber que estaba ocurriendo, entre a las redes sociales y es cuando veo las publicaciones de algunas personas que transitaban o estaban cerca del lugar y me doy cuenta que eran agentes de la Policía de Puerto Rico que había ocupado el sitio y disparaban a mansalva los cartuchos de gases lacrimógenos desde la carretera número #2 en dirección a nuestra comunidad.

Los cartuchos fueron disparados directamente hacia las casas de vecinos que ubican en la calle marginal del Bo. Tallaboa Encarnación. Algunos de los cartuchos cayeron a pies de mis familiares.

Si para mí fue una situación terrible, desesperante, imaginen como fue para mis familiares, amigos y vecinos que recibieron esos gases directo a sus cuerpos y sus hogares. Algunos de ellos, llegaron a sentir que eran los últimos momentos de sus vidas. Personas asmáticas, personas de edad avanzada, niños, personas con condiciones de salud delicada y de afección pulmonar fueron víctimas de la policía de Puerto Rico.

La policía no dio aviso alguno para que las personas vulnerables se retiraran del lugar. Algunos no pudieron ni refugiarse en sus hogares, ya que algunos de los cartuchos cayeron en sus marquesinas o patios, inundando sus casas de los gases lacrimógenos. Recibí el testimonio de vecinos que tuvieron que darle auxilio a sus mascotas que también se afectaron con la situación.

El 20 de julio de 2017, se presentó una querella administrativa ante la policía de Puerto Rico, para la cual no hemos recibido respuesta alguna. La misma recoge violaciones de derechos civiles y abuso policiaco ocurridas en julio de 2017, pero ese practica se ha observado por años.

Estos sucesos fueron informados a la ex Superintendente de la Policía, Michelle Hernández y al Monitor Federal de la Policía de Puerto Rico, Arnaldo Claudio y la coronela Clementina Vega en distintas ocasiones por vía telefónica, vía escrita mediante querellas formales y en reuniones que sostuvimos con ambos en distintos momentos. A pesar de esto no tenemos conocimiento de que se haya realizado alguna investigación al respecto ni hemos visto cambios en dicha práctica.

Los operativos realizados por la policía para escoltar los camiones de cenizas a Peñuelas costaron cientos de miles de dólares por la movilización desproporcionada y excesiva de recursos humanos, vehículos y equipos. Ahora se habla de la consolidación o cierre de cuarteles en la región de Ponce por falta de policías, equipo y el deterioro de facilidades, a expensas de la seguridad de los ciudadanos.

La policía tiene la responsabilidad de proteger la vida y las propiedades para mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos. La Reforma Policiaca se aprobó precisamente para evitar que la policía de Puerto Rico incurriera en patrones de fuerza excesiva y violación de derechos civiles.

La ciudadanía ha perdido la confianza en la policía de Puerto Rico, su imagen se ha deteriorado de forma significativa. Y nos preguntamos, ¿qué esperanza de cambio podemos tener cuando vemos que algunos de los violadores de nuestros derechos civiles fueron promovidos de sus puestos luego de haber dirigido los operativos en Peñuelas?  

Es meritorio que se investigue estas violaciones por parte de la policía, se revisen los procedimientos y protocolos para atender manifestaciones de expresión pública de manera que se garanticen los derechos civiles de los ciudadanos y que se exija la rendición de cuentas cuando la policía no cumple con los mismos. Siete años sin cambios ya es suficiente. La reforma de la policía no se puede cumplir solo en papeles, necesitamos ver frutos y para eso es necesario tener la voluntad de hacerlo.

 

Ponencia del Campamento Contra las Cenizas de Carbón en Peñuelas ante Vistas Públicas Reforma de la Policía de Puerto Rico, Salón Añoranzas, Antiguo Casino de Ponce: 18 de julio de 2018

Presentada por Yanina Moreno, "en representación de las comunidades en Peñuelas que luchan por mejorar la calidad de vida de nuestra comunidad y la protección de nuestros recursos naturales y que hemos resistido el envenenamiento por parte de la compañía AES en Guayama".